El viernes 19 de octubre a las 21.30 el
teatro propone una función doble del Ciclo Contemporáneo de Artes Combinadas.
El mismo recorre las disciplinas del arte con un lenguaje contemporáneo en
música, teatro, poesía y danza que se cruzan en esta propuesta. Esta entrega
está conformada por dos obras diferentes: “Dos puntos” y “Parque de
Destrucciones”.
“DOS PUNTOS” es una Performance Musico-Multimedial cuya composición pertenece a Gabriel Gendin y el clarinete bajo lo ejecuta Martín Moore. La obra atraviesa un instante de intolerancia, propia de una sociedad individualista, donde las cosas pequeñas se convierten en un gran problema personal que interfiere para poder convivir con lo diferente.
“DOS PUNTOS” es una Performance Musico-Multimedial cuya composición pertenece a Gabriel Gendin y el clarinete bajo lo ejecuta Martín Moore. La obra atraviesa un instante de intolerancia, propia de una sociedad individualista, donde las cosas pequeñas se convierten en un gran problema personal que interfiere para poder convivir con lo diferente.
Sobre esta tópica, se traslada la acción al
escenario, intentando manifestar mediante las herramientas artísticas,
escénicas, musicales, interpretativas y multimediales la idea de que, con muy
poco, se puede decir mucho.
Gabriel Gendin es un músico, compositor, artista
multimedial y docente. Realiza diversos trabajos multidisciplinarios
interactuando con música, imagen, tecnología, danza contemporánea,
instalaciones multimedia, artes plásticas y performance.
Martín Moore es músico. Su especialidad es el
clarinete bajo, dedicado a la realización de obras contemporáneas de distintos
compositores y autores, de manera interdisciplinaria a través de distintos
formatos: musicales, actorales y performáticos. Todo esto se conjuga para
puesta en escena de “Dos puntos”, como una de las propuestas de esta velada.
La otra es "PARQUE DE DESTRUCCIONES"
una variación dramática sobre textos de Rodrigo Galarza. Levantar la voz sobre
la propia destrucción, elevarla desde esa calma artificial que se construye
sobre cotidianidad. Para no morir invisible, para llamar la atención sobre uno
mismo, para no olvidar que todos somos parte de esa máquina alienante,
maquillada de asepsia. Sobre todo se levantan nuestras voces, que son, una
sola. Desparramamos nuestros gritos, que son el mismo y casi no se oye. Todos
vivimos nuestra destrucción, podemos elegir mostrarla o callarla. Esconderla
para ser parte del artificio, exponerla para no desaparecer en este mar de
rostros idénticos. Porque todos somos ese que hundió su pulso en la niebla, el
de la vocación por los derrumbes, el de la diaria antropofagia. Basado en el
trabajo de dos actrices- Valeria Bertrand y Gabriela Bissaro – sin dirección.