En una vivienda sobre Ruta 13, del Paraje Capillita
apareció una curiyú de tres metros de largo.
A escasos metros del predio del Cementerio Municipal, apareció
una víbora de llamativa dimensión. Tal como
se ve en la imagen que pudimos obtener minutos después de ser atrapada. De considerable
peso y tres metros de largo, el animal apareció proveniente desde el predio de
la Sociedad Rural hacia la humilde vivienda, atravesando la polvorienta Ruta
13.
La boa Curiyú es la serpiente
más grande de la Argentina, de la familia de las constrictoras y parienta
cercanísima de la famosa anaconda brasileña. Una verdadera princesa de piel
amarilla y manchones negros que zigzaguea en los bordes de ríos, bañados y
lagunas del nordeste argentino, y disfruta de enroscarse al sol en los días de
frío. Aunque es bastante mordedora e imponente (las hembras pueden medir hasta
cuatro metros y pesar 30 kilos), no se trata de una serpiente venenosa, por lo
que lo pobladores se acostumbran a convivir con ella y no la matan salvo cuando
alguna se come una gallina o una cría de chancho.